Es la sardana una danza colectiva y eminentemente popular.
Todos caben en ella, viejos y jóvenes,hombres y mujeres.Pero
no basta para danzarla bien,tener la la práctica del baile;
es necesaria cierta intuición intelectual.
Esta música es una frescura galana y posee una armonización
de ritmos que atraen el ánimo y le inclinan al movimiento
acompasado y alegre.
De ella ha dicho un compositor inglés que "traduce el deseo
colectivo,el más noble y elevado.Posee todo lo de las danzas más
notables,y algo muy propio que la coloca por encima de todas.
Ceñida con gravedad impresionante ondula saturada del placer de
la vida;llena de ritmo,de gracia,pero también de voluntad y de
pensamiento"
Es danza de hermandad,de anhelo colectivo,que excluye las
genialidades particulares y obliga a someterse a un conjunto.Su
alegría no puede ser individual,sino nacida de un bienestar y un deseo común;"no admite ni furia ni entusiasmo,ni forma ninguna
de frenesí aislado,no se concibe más que en tardes de paz,bajo
un cielo tranquilo,entre cosechas abundantes..."
1965. Textos de Aniceto Villar.
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