Poco antes que esparciese
Sus cabellos en hebras
El rubícundo Apolo
Por la faz de la tierra,
De cazador armado,
Al soto Fabio llega,
Por el nudoso tronco
De cierta encina vieja
Sube para ocultarse
En las ramas espesas.
Los incautos conejos
alegres se le acercan.
Uno del verde prado
Igualaba la yerba;
Otro,cual jardinero,
Las florecillas siega;
El tomillo y el romero
Éste y aquél cercenan;
Entretanto al más gordo
Fabio su tiro asesta;
Dispara, y al estruendo
Se meten en sus cuevas
Tan rapidamente,
Que a muchos pereciera
Que, salvo al muerto, a todos
Se los tragó la tierra.
Después de tanto espanto,
¿Habrá alguno que crea
Que de allí a poco rato
La tímida caterva,
Olvidando el peligro,
al riesgo se presenta?
Cosa extraña parece,
mas no se admiren de ella,
¿Acaso los humanos
Hacen de otra manera?
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