Cuando en mis manos,Rey eterno,os tengo,
os tengo y os obtengo con mi boca,
con mi boca y mi lengua que se apoca
de su ungido y novísimo abolengo;
cuando,trémulo,os alzo y os sostengo
-astro de paz mamando agua de roca
sobre el ara del cielo-,ya no toca
mi barro,el barro adán de donde vengo.
Y por mis manos que atan y desatan,
por mis brazos,mi pecho,se dilatan,
revierten ondas y ondas remansando,
cuando -Amor- os concreto y os obligo,
elevado en la música del trigo,
redonda alondra sin cesar cantando.
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