Pasó mi primavera: está marchito
el puñado de flores que tú arrancas;
mas sueño todavía en lo infinito
y amo las cosas blancas.
Busco lo bello,solo y olvidado,
aún tengo horas serenas
y soy el misterioso enamorado
de musas castas y de niñas buenas.
No te conozco aún,pero en ti pienso;
sé que vives en calma
y eres buena y feliz. ¡Oh don inmenso!
Por eso van a ti como un incienso
los últimos perfumes de mi alma.
A veces la sombra que habito se alumbra,
y rompe un instante la negra penumbra
un rayo de luz,
cual suele de noche fugaz meteoro
rayar en el cielo con línea de oro
el pálido azul.
Entonces, mi oscura memoria se agita,
y surge un recuerdo, que tiembla y palpita,
cual pájaro herido que quiere volar.
Mis sueños se avivan,mi mente se inquieta,
sacudo el letargo, me siento poeta,
y entonces..., entonces me pongo a cantar.
Pasaste. Yo estaba callado... Me viste
y entró hasta mi alma la dócil,la triste
cautiva que llora soñando en la luz,
un largo reflejo de estrella de oro,
cual suele de noche, fugaz meteoro
rayar, a lo lejos, el pálido azul.
Luis G. Urbina
1867 - 1934
https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Gonzaga_Urbina
Otros poemas, de este Poeta.
http://www.los-poetas.com/i/urbina1.htm
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