Quisiera ser escultor
para modelarte nueva,
para ser un poco Dios.
Dios no tiene poco y mucho,
mas si barro pongo o quito
o pellizco, en Él me asumo.
Soy el todopoderoso,
te prosigo o te interrumpo,
soy -ya está- el todoamoroso.
Con qué ardor mis ojos clavan
los volúmenes aún ciegos,
los santos bultos del alma.
Tú,toda rubor, te muestras
a mis ojos de santero,
isla sin velos, exenta.
Yo navego en torno y cierro
el círculo y mis espumas
mueren en tu plinto seco.
Quiero saberte en mil luces,
mil ángulos cardinales,
mil escorzos y un volumen.
Inmóvil ya para estatua,
una isla es una mujer
nueva en las manos del agua.
Las de mi cuerpo te buscan,
te excavan y te amontonan,
te humedecen y te fundan.
Ya vas surgiendo del sueño,
ya coronan tus volcanes
mis arpegiadores dedos.
Ya estás hecha. Ya digo "Parla"
y soplo en tu barro fresco
toda el alma de mi flauta.
Estas manos teologales
te dieron el nuevo ser,
estas mis manos triunfales.
Te abrazo y cierro los ojos.
Palpándote, mar inmenso,
toda mía te conozco.
Tu otra tú regresa al mundo.
Quisiera ser tu escultor,
un poco tu dios o un mucho.
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